Me despierto y estoy en casa pero no exactamente en la de mi padre, estoy en mi habitación y no exactamente en la que me dio mi padre, las dos camas de mis hermanas estaban bastante lejos y mis hermanas dormían tranquilamente en ellas. Intento moverme pero no puedo estar atada de manos, solo mis pies están libres, doy patadas y hago ruido pero mi hermana no despierta, miro a la puerta y ahí está el nuevo monstruo en mi armario, el hombre de mis pesadillas, el payaso debajo de mi cama, aquella sombra oscura a la que le temes cuando apagas la luz.
Siento como mi corazón se detiene, mi respiración se hace pesada y mi mente busca una y mil maneras de escapar.
De pronto esta oscuro no puedo ver, pero puedo escuchar, escucho como sus pasos hacen eco al chocar con la gastada madera del suelo.
El colchón se hunde y su respiración choca con la piel erizada de mi cuello, no puedo escapar.
Sus manos buscan debajo de mi vestido aquella zona que tanto e intentado proteger, siento aire caliente descender desde mi cuello a mis senos de mis senos a mi abdomen y de ahí a mi v****a y como tantos besos comenzaron a lamer toda mi feminidad.
Asqueroso
Repugnante
Nauseabundo
Son todas las palabras que cruzaban mi mente con cada toque. Estaba sucia lo que me había encontrado pegajosa y un olor arrendó comenzó a inundar el aire.
Su lengua fue arrastrada por mi abdomen, pechos y cuellos hasta llegar a mi oído, para entonces escucharlo decir ... ERES MIA ...
Desperté nuevamente pero esta vez sí estaba en mi habitación color celeste llena de promesas de un futuro sin abusos, miro mi cuerpo y estoy sudada de pies a cabeza, mi corazón parecía querer salir de mi pecho y mis pulmones parecían no haber obtenido oxígeno en horas .
Solo era un sueño, pero igual me siento sucia y no solo por el sudor que salía de mi cuerpo, Salí corriendo de mi habitación y tomo un baño, sin importar cuánto tallara mi cuerpo con la esponja me seguía sintiendo sucia, mi piel se puso roja y comenzó a doler pero igual tallaba todos esos lugares que aquel hombre alguna vez toco, me desespere y comencé a llorar arroje la esponja a cualquier lugar en el cuarto de baño y me dedique a llorar.
Estoy sucia, estoy sucia ... repetí una y otra vez
Una hora después salgo de la tina y tomo mi celular. Ya casi era la hora de almorzar.
La casa se sentó en silencio, agarro una toalla y envuelvo mi cuerpo, salgo del baño y voy a vestirme miro al espejo y miro las marcas en mi cuerpo, suspiro y sonrió ante mi reflejo, yo puedo con esto, superare esto.
Bajo las escaleras y veo a Gregory, su mirada se hallaba fija en el televisor y la mía solo lo miraba a él, como podría estar interesado en el momento el solo mirarlo me hace pensar en el toque de aquel hombre, jamás podre enamorarme ese hombre había terminado conmigo, me quito las ganas de amar y de ser amada, pero como es posible que pueda sentir deseo por alguien, por Gregory cuando ni siquiera pude soportar cuando se acercó a mí.
¿En qué estás pensando Leslie? No sientes nada, en lo único que debes pensar es en tus hermanas.
-Soy o me parezco- dice Gregory al notar que lo estoy mirando.- que miras enana.
-no me llames enana, idiota- pongo los ojos en blanco - y además no te estaba mirando solo ... pensando.
-y en que pensabas enana, en lo violable que soy.
Suelto una sonora carcajada y ruedo los ojos.
-No seas creído hermanito - al escuchar esa última palabra observo una pequeña muestra de molestia en su rostro, me di cuenta de que se molesta cuando le digo hermanito así que lo useé a mi favor.
Sea lo que sea que provoque Gregory en mí solo sé que es divertido molestarlo. Jugare con su paciencia un rato.
-no me digas "hermanito" no lo somos y si lo fuéramos soy mayor que tú.
-como tú digas hermanito.
Gruñe algo enojado y me ignora.
-¿Te puedo hacer unas preguntas? - digo tomando asiento a su lado en el sillón.
-no- dice sin siquiera mirarme.
-¿Por qué? -Pongo pucheros.- el voltea a mirarme con cara de pocos amigos.
-por qué no, enana, ahora largo.- ¡huy! creo que se ha enfadado el niño, ¡que divertido!
-No me iré hasta que respondas.
-¡Que hice para merecer esto! -Susurra alzando sus manos.
-despertarme temprano por ejemplo.
Suspira y me mira, al parecer le resulto gracioso mi comentario, su media sonrisa burlona me lo dije todo.
-qué más da, tiene tus preguntas.
Me acomodo en el sillón y aclaró mi garganta.
-¿Qué edad tienes?
-¿Es en serio ?, eso es lo que vas a preguntarme.
-solo responde.
- 18 ¿contenta?
-¿Tienes novia?
Una carcajada me hace darme cuenta de lo que acabo de preguntar, él se voltea hacia mí y se acomoda en el sillón colocando su brazo por encima del respaldo de este.
-casi no andas con rodeos enana. No, no tengo novia, ¿por qué? ¿Quieres serlo?
-claro ....- (solo tomo una pausa no se confundan) - ... que no ... Solo fue curiosidad- digo con una falsa sonrisa, a decir verdad ya me estaba poniendo nerviosa.
- estas seguras, nena-dados acercándose a mi peligrosamente quedando tan cerca de nuestras respiraciones chocan. Por instinto intento alejarlo pero él lo evita de inmediato.
Toma mi rostro entre sus manos y sujeta mi mentón para que lo mire y abro los ojos como platos, sin darme cuenta de mis ojos venta una lágrima, el limpio de inmediato
-¡que aburrido! -Dice mientras me suelta y se marcha, mirando me por ultima ves de manera desinteresada antes de cruzar la puerta.
¿Acaso acaba el de jugar conmigo?
Siento como me pongo colorada pero de la furia, que pasa conmigo, porque soy así cuando él está seco.
No permitiré que este idiota juegue conmigo.
Bueno hermanito anímate a jugar, porque será divertido.
°°°°°°°°°°°
- ¡chicos bajen a cenar! - escucho a Caterine gritar desde abajo.
Escucho los pasos por enfrente de mi puerta. Todos acuden de inmediato a comer, todos menos yo, la verdad no tengo hambre.
La verdad es que cada vez que nos llaman a cenar o comer incluso a desayunar no puedo evitar pensar en mis hermanas, ¿qué pueden hacer? ¿Habrán comido? Mi madre nunca le prestaba atención cuando estaba y ahora que no estoy ¿qué pasará con ellas?
El ruido de la puerta me abriéndose saca de mis pensamientos.
-¿Leslie no bajaras a comer? - pregunta mi padre, se acomoda a mi lado y acaricia mi cabello.- ¿te sientes mal?
Muevo la cabeza en señal de negativa.
- no, estoy bien.
- entonces ¿qué sucede pequeña?
- es solo que ... - las lágrimas caen por mis mejillas.- las extraño papá, las extraño mucho.
Mi padre se acerca más hasta abrazarme.
- perder pequeña, pero solo tienes que esperar un poco más. Pronto estarán contigo.
Mi padre se separa de mí y me sonríe.
-no te lo quería decir ahora, pero, mis abogados ya es tan trabajando en el caso es fácil quitarle la custodia legal. Las niñas no pueden vivir en ese estado y menos con ese hombre que les hace daño. No te preocupes pronto tendremos aquí contigo.
No pude evitar emocionarme.
Salte enzima de mi padre y lo abrase muy fuerte, pronto estarían aquí.
- como ya está todo aclarado será mejor que bajes a cenar jovencita.
Doy un salto de la cama y yo pongo las pantuflas, agarro a mi papá del brazo y bajamos juntos a cenar.
Fue una cena tranquila en la que mis hermanas eran lo único en mi cabeza, estaba feliz pero lo estaré aún más cuando las tengo a mi lado.
La cena termino y me disculpe a subir de inmediato a mi habitación.
Entro en ella. De inmediato tomo mi celular y llamo a mi mejor amiga para contarle las novedades fue una larga conversación ya que también hablamos del tonto de mi hermanastro.
Una hora después de haber colgado la llamada tomo una toalla para irme a bañar.
Mi habitación no tiene baño así que el uso queda enfrente de mi habitación.
Justo al salir me encuentro con Gregory él tiene su toalla a mano al igual que yo, ambos nos miramos directamente a los ojos Sabiendo lo que podría hacer el otro, miramos a la puerta del baño y nos volvemos a mirar, era como un juego de miradas y antes de lo que canta un gallo comenzamos a correr hacia el baño, claro que él llegó primero pero eso no significa que él me va a ganar.
Él se pega el marco de la puerta para evitar que entré y yo mira victorioso.
-¡decir ah! Gane
- que se le puede hacer, Iré después de ti.- digo con cierto tono de desconcierto.
- es bueno que sepas como admitir una derrota ...- dice mientras que sus brazos del umbral y sonríe ladino, se acerca a mi rostro intentando provocarme y claro que le voy a seguir el juego.
- con lo guapo que eres como no voy a rendirme a tus pies- digo tocando su hombro y mirándolo de manera seductora.
De un momento a otro aprovechando que esta desconcentrado atravieso la puerta y el cierro, escuche sus quejas al otro lado.
- Leslie no es justo.
- en esta vida nada es justo hermanito y en este juego hay que ser astutos.
Pude escuchar cómo se reía al otro lado y supe que acababa de empezar algo que fácilmente ganaría.