Abro mis ojos bajo el pequeño reflejo de luz que entra por la ventana y veo a una muy dormida Sofía a mi lado que comienza a desperezarse como un gato, al parecer no soy la única que despierta de esta forma. Por otro lado, es la primera vez en mi vida que una amiga se queda a dormir. Me sorprendió el nivel de confianza que tiene conmigo y mi familia. Podríamos ser unos completos psicópatas y ella no tuvo reparo en quedarse a dormir en casa. Como si no fuera la gran cosa me pidió algo para dormir, se quitó la ropa frente a mi porque «no tiene nada que yo no haya visto antes» y se acostó a dormir a mi lado robándome el antifaz de terciopelo porque «ya que está va a disfrutar de la experiencia completa» —Ya despiértate… son las 8 am y las clases empiezan a las 9, mi hermano no es muy pac

