Mikhail Verla salir de mi habitación después de decirme que iba a aclarar las cosas con Adrián fue como recibir un golpe directo en el pecho. No por miedo a que él pudiera arrebatarme lo que ya era mío, sino por la fuerza con la que Sofía había pronunciado sus palabras. «“Si quieres esperarme, hazlo en mi habitación.”» La seguridad en su voz, la claridad en sus ojos… Sofía no se estaba rindiendo por debilidad, se estaba entregando por decisión y esa diferencia lo cambiaba todo. Me levanté, recogí la camisa del suelo y me dirigí a su habitación, no me importaba parecer ansioso, necesitaba estar allí cuando volviera, aunque solo fuera para verla entrar y saber que había elegido regresar conmigo. Me senté en la orilla de su cama, los codos sobre las rodillas, las manos entrelazadas, pe

