Pov Emma
— Emma Smith, mueve tu hermoso trasero y apúrate —, vaya que mi amiga es muy impaciente, cuando se trata de ir de rumba, no hay quien le gané, termino de acomodar toda mi ropa en el clóset, estar de nuevo en mi casa donde pasé los momentos más hermosos al lado de mis padres hacen que mis ojos se cristalizan, una parte de mi quería volver pero por otra parte mi corazón no quería, me invade el sentimiento de saber que mí padre no está más a mi lado
— Será que la señorita Smith, se va a dignar a bajar — grita mi amiga sacándome de mis pensamientos, tomó mi bolso y salgo de la que un día fuera mi habitación, siento nostalgia al ver que mi madre ha conservado tal y como estaba el día que me fui
— Hasta que por fin — mi amiga es una exagerada, ni que me hubiera tardado una eternidad
— Oye sólo fui por mi bolso — respondo frunciendo el ceño
— ¿ Y no la encontraste verdad? — dice Lucy alzando una ceja
— Vaya que si exageras mamá — respondo burlona ante las ocurrencias de mi quería amiga Lucy, salimos de la casa a la espera de un taxi que pedimos hace un momento, está noche no vamos a llevar el auto, esta noche es de descontrol tal y como dice Lucy, llegamos a un club que por esta días está muy de moda todo el mundo habla de él, después de haber fila durante 15 minutos logramos ingresar, el lugar está a reventar la música es amena, pedimos una mesa para las dos está noche hemos decidido que nada de hombres, bueno no por mi si no por la loca de Lucy ella siempre va de una nueva conquista, pedimos una botella de vodka y agua mineral, tomamos unos tragos y salimos a la pista, y empezamos a danzar al ritmo de la música moviendo nuestras caderas al ritmo pues la música es bastante pegajosa, mi amiga se ve radiante está hermosa, no creo que se haya dado de que desde que salimos a la pista hay un hombre que no le ha quitado la mirada de encima, le hago señas a Lucy para que se dé la vuelta disimuladamente y vea el Adonis que la está observando hace minutos, hacemos como si nos hubiéramos dado de cuenta y seguimos bailando al terminar el disco volvemos a nuestra mesa necesitamos hidratarnos tomamos dos copas y nos disponemos a salir de nuevo a la pista cuando un joven nos detiene
— champagne— dice señalando la mesa donde se encuentra el hombre que no le ha quitado la mirada de encima a mi amiga
— Gracias — responde Lucy muy alegré el hombre que no se ni como se llama le guiñe un ojo y desde luego Lucy no le es indiferente, el le hace señas para salir a la pista a la cual ella acepta gustosa
— Lo siento amiga ya vuelvo no me demoro — se retira a la pista con el misterioso Adonis. No se hace cuando Lucy se dirigió a la pista de baile y no ha vuelto estoy aburrida me levanto y voy hacia el baño para retocarme un poco, voy distraída pensando en la junta de mañana cuando siento que alguien se tropieza conmigo que no puedo mantener el equilibrio y caigo al suelo
— Perdón señorita no la vi — por Dios que voz levanto mi vista para ver el dueño de tan melodiosa voz y no lo puedo creer es él, el hombre que hace unas noches tropecé con el
— Se le está haciendo costumbre — no le quitó la mirada de encima la verdad este hombre me inquieta sólo con su presencia hace que moje mi ropa interior
— Lo lamento estaba un poco preocupado y no me fije — se disculpa ante la respuesta que le acabó de dar
— Te puedo invitar una copa—claro porque no
— Pero no aquí, en otro lugar — dirijo mi mirada hacia donde está Lucy la cual se encuentra muy entretenida con el Adonis que está como quiere
— Esta bien espera y le avisó a mi amiga — ,voy hasta la pista de baile y le informó a Lucy que me voy con un amigo que acabo de conocer y me ha invitado a salir, aló que ella suelta una carcajada, le doy un beso y salgo de la pista al encuentro con el hombre misterioso, salimos y me lleva hasta donde está su auto, la abre y yo entro, enseguida el sube y enciende el auto
— Que pena creo que no nos hemos presentado mi nombre es Mateo y tu
— Yo soy Lucy — doy el nombre de mi amiga, espero y me perdone por esta pequeña mentira
— Siento lo de hace un rato — me acomodo en el asiento mientras él conducía , me percaté de que lleva rato observando, por Dios se me hace agua la boca, siento un fuerte deseo de sentirlo dentro de mi
— Y dime Lucy tienes novio — pregunta misterioso
— No por el momento no tengo novio,
— Que bien, — veo como muerde su labio inferior y hace que me exite al ver la acción que acaba de dar
— Y tú Mateo— veo que mi pregunta lo pone nervioso, lo que me hace suponer que tiene una relación con alguien más, pero este hombre me perturba más de lo que pensé y quiero pasar una noche entre sus brazos, llegamos a un pequeño bar, donde Mateo pide algunas bebidas hablamos y reímos es como si nos conociéramos de hace mucho tiempo atrás, ya no sé ni cuánto he tomado sólo se que me siento un poco mareada, siempre tolero las bebidas alcohólicas por mi carrera profesional, pero esta noche creo que bebí de más
— Te sientes mal, si quieres podemos ir a un lugar más privado— ya veo que es lo que pretende pero voy a seguir su jueguito en fin sólo será una noche y no volveremos a vernos
— Claro vamos — respondo, me tomó de la cintura y nos dirigimos a un hotel que está en la misma calle, Mateo pide una habitación y nos dirigimos a ella