CAPITULO 3
Me pongo hablar con ella, hasta que me doy cuenta de que estamos llegando a Castellón. Nuestro destino. Cojo la mochila, mas todo lo que llevaba.
-Nosotros bajamos aquí.. Nos vemos otro día – digo mirando a la chica, pasando por delante de ella.
Veo como se levanta y me da dos besos en la mejilla. Fue un beso cálido. Nos quedamos mirando la puerta del tren, tenia ganas de salir de allí. Llevo a el pequeño en brazos, apunto de caerme todo en el suelo, incluso Lucas. "No habría tenido que plegar el carro" Bajamos del tren y dejo todo en el suelo, menos a Lucas y me pongo a montar el carro. – Papi ¿Dondu estamos? – me dice mirando mientras monto el carro. – Es el lugar donde tu naciste, hemos venido a ver alguien – digo sin saber cómo explicarle donde estamos.
Vamos para el hotel. Con el carro montado, la verdad estaba agotado. Se me había echo super largo el viaje, también era normal cinco horas encerrados en un tren. Con poco que hacer.
Empujo el carrito, mientras enseguida veo el hotel Belcaire. Unos de los hoteles de 3 estrellas que más había estado, incluso algún día cuando aún vivía con mi madre.
-Mira Lucas, que hotel más grande – digo entrando por la puerta del hotel.
-Buenas, bienvenido... Sergio Alex ¿Verdad? – me dice la chica de recepción.
-Si soy yo – digo con una cara de sorpresa de que sepa quién soy, ya.
-Su habitación es la 12, puede instalarse cuando quiera – dice dándome la llave de la habitación.
Subimos en el ascensor a la primera planta, tenía curiosidad si sería la misma habitación que la ultima vez que estuve aquí. Se notaba que el ascensor era de última generación, parecía como si lo hubieran instalado esa misma mañana. Totalmente reluciente. Abro la puerta, y veo una pequeña cesta de bienvenida. Con chocolatinas, fruta totalmente fresca y algún que otro paquete de gusanitos.
Esperamos que paséis una bonita instancia en este hotel, esta cesta es para daros la bienvenida. Es totalmente gratis.
Leo que pone en la noto al lado de las manzanas. Me parecía algo precioso que te dieran algo tan bonito. Esta decorada a la perfección. Le quito el cinturón a Lucas, y nos tumbamos en la cama. Estoy intentado dormir cuando recuerdo lo que me ha dicho Alba, que daría a su hijo en adopción. Quería desde hace mucho tiempo volver a un hogar de acogida, ver si todo lo que recordaba era verdad. ¿Y porque no? Adoptar alguien, y salvarle de ello. Tumbados en la cama, nos quedamos durmiendo. Los dos abrazados.
Después de una hora descansando, me despierto. Me levanto de la cama y voy caminando hacia el aseo. Estoy lavándome la cara. Cuando sabia que era el momento de afrontar mi miedo e ir de nuevo al hogar de acogida. Cojo el carro y tumbo a Lucas en el. Pasando por encima una pequeña manta. Saco el móvil y llamo a mi hermano, necesitaba el apoyo de alguien de confianza para estar bien en ese lugar.
-Hola, hermano - digo al escuchar que ha cogido la llamada.
-¿Qué pasa?- dice mi hermano atreves del móvil.
-Quiero que me acompañes a un hogar de acogida.. Quiero super ese miedo y quien sabe que pueda pasar – le digo a mi hermano siendo totalmente sincero.
-Lo are encantado nos vemos en diez minutos en la puerta – dice mi hermano colgando la llamada.
Salgo de la habitación con el carro, al salir veo un pequeño detalle del hotel. Tiene unas cuantas fotos colgadas en las paredes con gente conocida como : Sergio Ramos, David Silva, Alex González..etc. Sigo caminando hacia el ascensor. Le doy al botón y entro en el ascensor. Había llegado más rápido que un parpadeo. Miro a mi pequeño, no quería que despertase en el momento que estuviera en el hogar de acogida, sentía que eso podía llevar a pensar cosas contradictorias en su mente. Salgo del ascensor y voy caminando hacia el lugar donde tenía que esperándome mi hermano, el hogar de acogida.
-Yo puedo ¿Soy fuerte verdad?- me rondaba todo el rato en mi cabeza aquella frase. Durante todo el trayecto.
Después de un rato caminando veo a mi hermano sentado en la cera esperando -Te he ganado- dice en voz bastante despacio para no despertar a Lucas, pero con una sonrisa de orgulloso. Me quedé enfrente de él, y le di un abrazo. Hacia mucho tiempo que no le veía, y se me hacia muy extraño. Ya que había sido un gran apoyo cuando lo pase tan mal por la perdida de la madre de Lucas. Miro el centro de acogida, era peor de lo que me imaginaba las paredes estaban picadas, la pintura se caia por todos lados. Algunas ventas ni si quiera tenían cristal, ni rejas. Ninguna manera de protegerles. Estaba todo desolado, como si hubieran empezado hacer obras. Entro con cuidado cuando me acerco a un pequeño parque que había en el mismo centro, el cual había pasado muchas veces a mirar cuando era adolescente siempre acaba llorando. Pero esta vez era más fuerte.
-Buenas ¿Quiénes son? ¿Tenian cita? – Pregunta una chica saliendo de la puerta del centro.
-No teníamos cita, me llamo Sergio Alex hace un tiempo le quitaron mis primeros días de vida, junto a mi madre.. Venia para super mis miedos, y ver y salvar algún niño que este en este sitio.
-Siento que tu estancia en nuestras manos no te gustase.. Puede pasar y conocer a Aaron y Nathan – dice la chica cediéndome el paso – Dentro de un mes este centro cerrara y ellos serán trasladados a los Estados Unidos, donde serán trasladado con niños mayores que ellos.
Entramos en las instalaciones, por dentro estaba un poco mejor. Habían fotos de niños, suponía que eran los niños que habían estado allí. Veo que hay de todas las edades y ninguno de ellos sonreía, algo muy curioso.