Naty salió de su habitación con una pequeña bolsa rosada. –Mami, me llevas esto a casa de George. –¿Qué llevas ahí? –Mi ropa, George dijo que nos quedaríamos hoy. El viernes de quedarse cuidando a George había llegado y Patty no sabía cómo explicarle que no se quedarían a dormir, pero tampoco quería decepcionar a ninguno de los niñ#s. –Está bien, yo me encargo. Naty sonrió y se terminó de arreglar para ir a la escuela, Emilio se despidió del desayuno porque le tocaba turno por la mañana. –No nos esperes, será muy tarde –le recordó. –¿Sabes la hora que regresarás? ¿Le preguntaste a tu jefe? –No lo volví a ver después de que me avisó –mintió –. Pero no me esperes despierto. –Estaré pendiente. Después de despedirse cada quien tomó su camino, llevó a Naty a la escuela y pasó a s

