Esa mañana él se levantó con una resolución en su mirada, al inicio cuando empezó a dar clases de italiano a Roxanne, jamás imaginó la vuelta que daría ésta historia, estaba realmente sorprendido.
Recordó que su madre le indicó que le ayudara en un proyecto que había surgido en medio de la pandemia, quería enseñar en línea, italiano, aprovechar este conocimiento y así no aburrirse durante el encierro forzado del virus que tenía de cabeza al mundo.
Ella pensó que quizás no habría mucha demanda, pero con tres alumnos se conformaba, se había equivocado, una vez publicada en las redes su academia virtual, la demanda de inscritos creció al punto, que tuvo que solicitar ayuda, así que toda la familia se unió al proyecto, convirtiéndose en un boom familiar.
A él le tocaron los alumnos de seis
