Eddy sabe que Carolina volvió a inyectarle de su veneno, mira por el ventanal mientras lee una invitación, sonríe al leer su contenido. Se sienta en su silla y se dirige hacia la habitación de ella, le toca dos veces, sin respuesta, al tocar iba nuevamente cuando la puerta se abre. —¿Qué deseas? —¿Podemos hablar? —No me siento bien, al parecer esos tragos que me tome, me están sacando factura. Déjame descansar. —¡Es importante! —Entonces entra. Ella se recuesta en la cama, él avanza en su silla hasta uno de los extremos de la cama, la mira desanimada, no le mantiene la mirada, sabe que algo ha pasado. Busca en el bolsillo de su saco y saca la invitación, se la extiende sin decirle nada, ella la toma y la abre, de inmediato se sienta sobre la cama. —¿Vas a ir? —Vamos a ir. —No sabí

