Emmanuel mira el mar y se sonríe bastante, y luego mira a Salma, y le responde:
— Para que sepas, yo soy muy bueno nadando.
De inmediato, Salma se levanta y le extiende su mano derecha a Emmanuel, diciéndole:
— ¡Vamos al agua!
Emmanuel coge la mano de Salma y se levanta, diciéndole:
— Vamos a ver qué tan buena eres en el agua.
— Lo mismo digo.
Salma corre hacia el mar. Dejando parado a Emmanuel, quien le grita:
— ¡ESO ES TRAMPA!
De inmediato, Emmanuel persigue a Salma y la rebasa al llegar al agua…
En ese instante, Emmanuel nada rápidamente y va dejando atrás a Salma, quien espera que una moto de agua pase. Para después seguir tras de Emmanuel…
Emmanuel llega bastante lejos, y se detiene. Cuando Salma llega a donde está el, y le dice:
— ¡Tramposo!
— ¿Por qué? Tu
