Mi cabeza dolía como el infierno pero el dolor físico estaba disminuyendo de manera rápida, pase mis manos por aquella suave tela ¿Dónde estaba? Me negaba a abrir mis ojos, no quería despertar estaba demasiado bien como para querer hacerlo. Poco a poco mi cabeza comenzó a llenarse de recuerdos... Cristian... secuestrada... casémonos...- abrí mis ojos de golpe y rápidamente me senté haciendo que un mareo me invadiera. Mierda. Hey tranquila- dirigí mi cabeza hacia la voz- me alegro que hayas despertado- Luke dejaba un libro sobre una mesita y se dirigía a la cama -¿cómo te sientes?-dijo tomando asiento a mi lado. Mejor. – Le sonreí -¿Dónde estamos?- dije mirando a mi alrededor, la cama en la cual estaba era enorme y estaba cubiertas por hermosas colchas, tenía cuadros de diferentes tipos

