¡Estoy caliente!

1320 Palabras

—¿Ahora entienden por qué la defendí cuando me dijeron que estaba ilusionada? Ella se le metió en la piel. Y él… ya no puede sacársela. Yo tragué saliva. Me llevé una mano al pecho. Mi corazón estaba desbocado. Y no por lo que veía… sino por lo que sentía. Porque dentro de mí algo se removía. Una necesidad vieja. Un deseo dormido. Una pregunta sin respuesta: ¿cuándo fue la última vez que alguien me tocó así? ¿Que alguien me deseó así? Y justo cuando creí que ya habíamos visto todo… Damián tomó el rostro de Rosalía, la obligó a girarse un poco, y la besó. La besó como si fuera la primera vez. Como si el mundo se acabara y lo último que quisiera probar fuera su boca. Con los labios temblorosos, con la lengua hambrienta, con las manos aún sujetándola como si fueran su ancla a la cordura.

Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR