Capítulo 57. Te dije que me cobraría por diez cada cosa que me hagas. Larisa intentó separarse del CEO, pero le fue imposible, la fuerza del hombre se había vuelto descomunal, incluso aunque pudiera su cuerpo también necesitaba un poco de caricias y recordar aquello que vivió años atrás. Leonardo logró reincorporarse y presionó a Larisa contra la húmeda pared de la ducha, su ropa mojada dificultaba sus movimientos, pero no dejaría que ella se le escape, -- ¡ayúdame! – le susurraba al oído mientras besaba su cuello, y la mantenida aprisionada intentando controlarse hasta escuchar que ella acepte hacerlo, porque, aunque intentaba verla no lograba enfocar su mirada, sintiéndose culpable por eso. -- Celeste – seguía susurrando y al mismo tiempo negaba y se golpeaba el rostro para corregirs

