Kitty estaba sacando las malas hierbas agachada. No estaba tan mal hacer eso después de todo, las plantas le gustaban especialmente las flores, pensó y tocó una rosa cuyo c*****o cerrado para su completa sorpresa se abrió con su tacto. La joven se frotó los ojos pensando que había visto una visión, pero luego observó los otros pimpollos alrededor y estaban cerrados. De repente al unísono todos se abrieron... — PERO QUÉ CARAJOS...— una voz masculina que ya estaba empezando a ser conocida para ella la sobresaltó por la espalda. Ella respingó asustada. Se llevó una mano a su pecho agitado. — ¿Tu también viste eso? — ¿no estoy loca? quiso preguntarle, pero la verdad que no era la persona más indicada para consultarle eso. —Por supuesto que lo vi, todas las flores se abrieron al mis

