Camila Stuart.
Gianna Greco – LA señora Greco.
Nunca me había sentido tan pequeña delante de otra mujer, y mido casi 1.70 metros.
La mirada café, fría y fúrica me encoje en mi lugar, no me ha dicho nada con palabras, pero con su mirada… ella esta matándome, sí, es seguro, ya me mató tres mil veces y de diferentes maneras, estoy segura de que sufrí mucho en cada una.
– Amigos de tu padre te preguntan afuera – dice por fin la mujer de cabellera negra como la noche.
– Padre no tenía amigos, solo socios – espeta Leonardo cubriéndome de la mirada inquisidora de su madre con su espalda.
– Es igual, ve a hablar con ellos – exige molesta – yo acompañaré a Camila a recorrer la mansión – añade cuando Leo no da señales de querer moverse.
– No es necesario, la dejaré con su amiga y luego hablar
