Jake haciendo las cosas controlándose lo más que puede para no confesar más cosas ante la pelirroja le responde: —Si esta bien señorita Clarissa, como usted diga. ¿No vez como he cambiado? Mira, quien iba a creer que ahora tu me estarías mandando. A esto me refiero cuando digo que la vida da muchas vueltas. Clarissa queda mirando al pelinegro mientras está de espalda, y no puede negar que se veía muy sexy en esa camisa blanca que a pesar de que le quedaba algo holgada se le podían notar sus brazos musculosos y su espalda marcada. También, le parecía un poco atractivo que Jake cocinara para ella y que la atendiera como nunca nadie lo había hecho en casi toda su juventud, ya que siempre estuvo al pendiente de otros. Entonces, observando detenidamente a Jake piensa: «¿Será que Jake como es

