Yohana.
—Uy cierra.
—¿Eh?.
—No no no. —desesperado mueve la palanca de cambio y Miguel abre la puerta de mi lado estirando la mano—. AAAGGGGG.
—¡Qué te pasa!. —tal como Miguel hace lo miro sorprendida.
—Tranquilo, es mi amigo.
—Mmmm, ¿amigo le mandas?. —me da risa la cara que pone—. Dame, te ayudo.
—Este por fa, estoy tan cansada que no sé si puedo bajar.
—Te alzo. —pasa un mano por debajo de mis pierna y yo aprieto su brazo.
—Nooo loco.
—Estas cansada, te bajo y te llevo a mi auto.
—No loco, bajo sola.
—Mmjjjj. —agarra mi mochila que esta bastante abultada donde esta la ropa de trabajo en una bolsa ya que todos los días la lavo y no puedo usar la ropa de trabajo en la calle—. Esto esta re pesado Yohana.
—Si, ya bajo. —me inclino dándole un beso a Marcelo que esta con los ojo
