Pov: Catalina Beltrán Comemos en un restaurante de hamburguesas porque Joy es un consentidor y quería que comiera mi comida favorita. Estoy con una estúpida sonrisa por lo que pasó en la tienda de ropa. Soy una persona que ama la adrenalina, pero algo así no lo viví jamás, eso fue increíble y tan caliente. Este hombre es una cosa de locos, siento que he despertado a una bestia incontrolable, lo cual me encanta, pero me encanta porque luego es un algodón de azúcar, que le digo que quiero algo de comer y se desespera por encontrar dónde hacerlo. Él come lleno de modales y yo, soy yo, con kétchup hasta el en cabello, seguro. — ¡Ni siquiera fuimos a la piscina! —Digo jactándome de todas las horas que estuvimos paseando en el centro comercial para comprar solo un vestido. — En la casa

