—¿Mis abuelos están bien? Preguntó. Tratando de cambiar el tema sobre Alejandro sabía muy bien que tendría una larga conversación con el hombre pero aún no. No se sentía preparada para verlo después de recordarlo todo. Había tantas cosas dentro de ella, dolor que debía dejar ir y felicidad por saber que era un hombre libre que todo fue un engaño. Una mentira de Sandra para separarlos. Por supuesto el saber que todo había sido una mentira no borraba el dolor que había sufrido durante casi tres años. —Están bien cariño —Bella no insistió Ana era lo suficientemente madura para saber el momento en que debía aclarar la situación con Alejandro. Sobre todo porque tenían dos hermosos hijos de los cuales preocuparse y a los cuales brindarles una estabilidad emocional segura. —Me gustaría verlos —

