- Mami abre la puerta, tengo hambre - escucho esa pequeña voz que estaba seguro que era de Matthew. Tocó la cama así lado y ella no estaba ahí, así que abrió los ojos asustado - Mami, mami, mami -seguían los gritos afuera. Escucho la regadera cerrarse y supo que ella estaba en el baño, busco su teléfono, apenas eran las siete de la mañana. Que rayos, porque se levantaban los niños tan temprano. Se puso de pie y busco un bolso de gimnasio que había traído de su casa. Levantó su ropa de suelo, había sido una noche increíble. Realmente adoraba estar con esa mujer. A pesar de ese par de pequeños demonios que lo hacían levantarse temprano. Sonrió para el mismo cuando pensó que pronto serían tres y los volverían aún más locos. - Silencio Matt - gritó April saliendo del baño envuelta en una

