Pasaron unos cuarenta minutos, e Irina sin saber que John la buscaba, llegó hasta el otro lado de la ciudad donde se encontraba aquel club nocturno. La señora Veruska le había anotado la dirección en un papel pero la morena tenía una idea clara de donde quedaba ubicado ese sitio, porque tuvo un empleo por ahí cerca hace años. Al llegar ahí, ella le pidió al taxista que la dejara en un sitio un poco más alejado de ese lugar, ya que le daba un poco de vergüenza que el conductor la viera que entrara allí. Entonces, se bajó del auto y caminó hasta aquel sitio con la ropa de trabajo que le había dejado el hombre con Veruska. Así pues, ella marchando hasta allá, muy nerviosa porque no tenía idea de como le iba a ir, se decía en pensamientos: «Espero que gane más o menos dinero en mi primer día,

