—¡NO VEO LA MALDITA RAZON PARA QUE ME DEJES AQUI TIRADO PARA IRTE DETRAS DE TU PERFECTA MEJOR AMIGA!—los gritos de Paul se escuchaban hasta en la misma casa de los vecinos. Tome aire tragando el nudo en mi garganta, y lo encare. Tenia miedo pero ya era hora de que dejara de comportarme como una niña y asumiera que mi novio tenia un grave problema de ira.
—Paul, Anna se va a casar por la iglesia hoy—dije calmadamente y despacio— ¡y soy la madrina de la boda!
—Y yo soy tu novio. Ademas Anna ni siquiera me invito—respondí con reproche.
—Tu sabes perfectamente porque.
—No es mi culpa— respondió pero ambos sabíamos que si.
Anna había dejado de invitar a Paul los eventos que organizábamos entre amigos cuando se dios cuenta de que el me golpeaba, tardo un poco en darse cuenta
