Alex cayo al piso del aparcamiento y sentí mi corazón caer con el. La sangre salia de su abdomen y maldije no ser doctora para saber que hacer, lo unico que hice al contrario fue gritar por ayuda. Nunca en mi vida había estado tan desesperada y asustada, como ahora. Grite ignorando el dolor en mi garganta, solo quería que Alex mi Alex abriera los ojos, el era mi mundo, no podía perderlo así. Una cosa era alejarlo de mi, y otra muy distinta era ver como se estaba muriendo. —Ya la ambulancia viene—murmuro un hombre mayor, no me habia dado cuenta de que estaba aquí pero bendito sea por llamar al hospital. —Necesita ayuda—dije entre lagrimas— necesita un medico. Ayuda. —Ya vienen, ya lo hemos llamado señorita— dijo el hombre. Otro hombre esta vez mas joven también se acerco— es mej

