Shan, ensuciado de pies a cabeza, y con tierra hasta en la boca, sumamente excitado por el descubrimiento regresa al cuartucho y se mete a bañarse. —Tengo que contarles. Que Kublai no le haya compartido aquello le parece de alguna forma razonable, pero él no puede ser egoísta. Sus amigos tienen que saber que hay una forma de salir de Gardh. Shan entra al antro de costumbre, viene completamente entusiasmado. Adentro encuentra a Tito jugando póker tradicional con un chico desconocido. Piensa esperar a que lleguen todos los que falta para darles la noticia. Tito, que gana la ronda le mira un tanto curioso. —¿Y a ti que te pasa hoy? Esa sonrisa no es normal en tu cara... Shan ríe abiertamente. —Te lo contaré cuando lleguen los demás. —Pues elegiste mal el lugar, los chicos se fueron a

