CAPITULO 2

1428 Palabras
Recuerdo perfectamente mi reacción mi cuerpo sencillamente no respondía mi mente no creía y decía que era una broma le preguntaba a mi madre que si era verdad, puesto que para mí era algo imposible de creer en una persona tan llena de vida, desde ese día todo cambió para mi  Más que derrumbarse algo me di cuenta de que esa fuerza que creía tener de independencia y soltura no eran más que palabras vacías con su partida pude confirmar que estaba atada a un duelo de vida en el que tenía que aprender a soltar y dejar ir, fueron noches años días de terapia pesadilla sueños y llantos los que viví para aprender a soltar y después de tantos reproches de tanto culpar y culparme me di cuenta de que aquel hecho no era un simple accidente ni mucho menos una casualidad que todo pasaba por algo en el momento justo e indicado y aquel hecho no era la excepción.   Minutos después de tanto pensar llego mi orden y me dispuse a comer, mientras seguía mirando las personas pasar y muriendo de envidia por querer saber lo que se sentía sonreír suena un poco extraño decirlo de esa manera es como si jamás hubiera puesto una sonrisa en mi cara o hubiera reído, y en realidad no estaba tan lejos de ser eso simplemente que entre la de muchas personas y la mía yo lograba ver una gran diferencia una amplitud de sentimientos y actitudes difícil de descifrar cosa que muchos podrían notar, pasó el tiempo y ya había  terminado me dispuse a manejar hacia unas cuantas cuadras donde se encontraba la sede de universidad gran Pauz para entrar a mis clases por suerte el día de hoy solo eran dos horas y podía irme a casa a descansar un poco. Las clases pasaron un poco lentas e insoportables para mí, no tenía nadie con quien hablar ni compartir ideas toda mi vida fui un cero a la izquierda cuando se trataba de socializar con compañeros,  rara vez cruzaba palabra o compartía ideas o anécdotas con Laura la única chica con la que se podría decir que hablaba, ya que para el resto yo era un poco rara o como decían ellos les daba miedo que estando conmigo me pasara algo, debido a que padecía una enfermedad crónica y simple vista sin cura a menos que el tiempo decidiera llevársela, lo que causaba cierto rechazo en los demás por miedo a tener que liar con una famosa crisis epiléptica. Sin embargo eso nunca fue impedimento Para mí aunque siempre ha sido molesto esa clase de comentarios o que solo se acerquen por curiosidad y  para resolver sus dudas sobre temas que no entienden, muy poco me importaba si me aceptaban o no yo era segura de sí misma en ese aspecto y me sentía orgullosa de lograr cada paso aceptaba mis condiciones y seguía adelante sin juicio alguno. Al salir de clases como de costumbres pasaba por los pasillos y era imposible pasar desapercibida a veces me preguntaba cómo era capaz de caminar con la frente en alto mientras sentía la cantidad de miradas y murmullos a mí alrededor, era simplemente una chica de mediana estatura, con cabello castaño y delgada paseando por los pasillos de la U como cualquier otra, pero para los que me veían ahí y en cualquier lugar que habitaba yo era la chica rara que vestía súper bien, pero casi siempre de n***o, era la niña creída que no le gustaba hablar con nadie y que se creía importante el famoso cerebro de la institución y ejemplo a seguir, comentarios como no sé por qué actúa así, es un tanto presumida odiosa su carácter es muy fuerte mejor ni hablarle esa mujer ni se ríe, siempre está amargada entre muchos otros era las cosas que tenía que soportar entre miradas de juicio y desaprobación. Todas estas cosas y más me hacían dudar de que en el mundo realmente existiera un poco de amor y felicidad. Quienes eran ellos para juzgar una portada que ni siquiera conocen bien cada día veo cómo la sociedad lucha  gritando  amor  y respeto, pero la hipocresía junto al ego gritan juicio rechazó al igual que miedo, justo eso era lo que quería saber cuál era el miedo de la sociedad por mostrarse y aceptar las cosas. Acaso era más fácil señalar al otro y cubrirse tras la sombra de culpar al otro y sentirse culpable que aceptar y comprender por qué si querían amor señalaban y juzgaban como si quisieran amoldar un prototipo a su antojo... era algo que realmente no comprendía en lo absoluto, pero más aún me negaba aceptar.  ¿Salí lo más rápido que pude de ese lugar tratando de ignorar sus comentarios y me dirigí a mi casa como siempre, todo ahí para mí era término medio u oscuro medio cuando estaba bien, pero oscuro nublado cuando todo marchaba mal de algún modo u otro, era frustrante sentirse así aun sintiéndome en mi propio hogar, la pregunta del millón podía salir de ahí, tenía las posibilidades? Seguramente si, pero no era tan fácil como muchos pensaban muchas veces deseaba salir corriendo de ese lugar escapar y nunca volver más odiaba cada rincón de ese lugar algunas veces me sentía segura, pero era más el tiempo en el que me sentía atacada manipulada y juzgada como objeto alguno en venta. Vivía con uno de mis hermanos,  acompañado por mi madre y mi abuela, con las cuales llevaba una relación sana, pero a la vez un tanto tóxica y complicada por un lado sentía que me habían quitado algo. Que una de esas opaca, lo que quería era tener tiempo y justicia. Mientras que la otra mostraba un cariño materno, pero a la vez con su perfeccionismo y forma de ser tan correcta me arrastraba a un hoyo lleno de sufrimiento y manipulación, muchas veces quería gritarlo decirlo, pero era en vano su mente no la dejaba ver más haya sus pensamientos solo tenía un centro, ella creía que todo era un bien, pero la ley de causa y efecto lo interpretaba en mí como un mal, dentro de un hoyo n***o, como una cárcel en el paraíso justo eso era lo que vivía dentro de mi hogar... dentro de lo que llamaba mi vida.  No había centro ni psicólogo que pudiera lidiar con ello, ni persona que pudiera comprender aquel ambiente, que se mezclaba entre la tranquilidad de un hogar y las sombras oscuras de un infierno o cárcel propia. Cada día que pasaba trataba de comprender y aceptar que nada de esto era en vano. Que todo tenía un propósito, pero anhelaba el día en que todo eso terminara y pudiera encontrar la verdadera respuesta al propósito que llevaba vivir cada segundo... a veces sentía que la recompensa del universo estaba cerca que llegaría muy pronto el día en que  dijera la misión ha terminado y es hora de poner tu propósito a funcionar en la verdadera aventura, donde llega el antes y el después de la travesía, pero otras veces sólo veía una muerte lenta y lejana que me consumía, sabía que algo en mí no estaba bien, que había algo más allá detrás de lo que podía ver en el espejo y que muchas señales me mostraban que era eso.  Ya hoy es un nuevo día y no tengo mucho que hacer, decidí solo ir al gimnasio temprano y luego dedicarme a escribir un poco y componer. Si así es la música es una de mis tantas pasiones desde niña, siempre me ha encantado el arte en distintos aspectos como la fotografía, el dibujar,  escribir, diseñar y entre ellos componer música,  la literatura y la música para mí eran de las mejores cosas que tenía, ya que por medio de ellas aprendí a expresar lo que siento, en pequeñas piezas escritas. Cosa que se me dificultaba hacer o decir a la hora de hablar, pero fluía cuando de escribir una historia un poema o canción se trataba. Siempre quise dedicarme a la música aparte del diseño, soñaba con ser una gran guitarrista y tener mi propia disquera. También amaba cantar, pero muchas cosas me impedían luchar por eso entre ellas el apoyo y seguridad o miedo a que ese sueño también se convirtiera en una pesadilla, tenía miedo que nuevamente algo que amaba se convirtiera en un tormento odiaba la idea de que lo que hacía se convirtiera en una obligación y no en una pasión para inspirar a los demás.
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR