Janet sintió que su corazón se aceleraba con sus palabras, y antes de que pudiera detenerse, se había girado instintivamente para enfrentarlo. Ahora él estaba tan cerca de ella. Tan cerca que podía sentir el calor de su cuerpo. Podía sentir la electricidad chisporroteando entre ellos mientras el vínculo de pareja se activaba, atrayéndola hacia su pareja. Hubo un sobresalto en el fondo de su estómago cuando sus ojos se encontraron. Las chispas de la pareja crepitaron entre ellos, instándolos a ceder a sus deseos, descifrando de manera ancestral un patrón que indicaba que los dos hombres lobo que se enfrentaban eran el uno para el otro. Estaban destinados a estar juntos. Janet carraspeó y dio un paso atrás, la barandilla golpeando su espalda. Hizo todo lo posible para ignorar las chispas y

