—Oh... Su Alteza... pero creo que hay algo más entre Jerrod y ella —dijo Hana con una risita—. Los vi juntos en el terreno más temprano hoy y entraron juntos al comedor. ¡Ella era su cita! —Hana aplaudió emocionada. Nick cerró los ojos y contó hasta diez, esta vez tratando de evitar cometer un fratricidio. Cuando abrió los ojos, brillaban de color amarillo. Takeshi y Hana dieron algunos pasos hacia atrás sorprendidos de que el lobo del rey intentara tomar el control. —Tal vez puedas hacer compañía a Takeshi y Hana —gruñó Nick, apenas conteniendo a su lobo en un intento de llegar a su pareja que estaba angustiada. Con eso, Nick se fue, enlazando mentalmente a Jerrod una promesa de que si no se alejaba de Janet, Una encontraría las entrañas de su único hijo esparcidas por el suelo del pal

