Las leyendas de la tribu son fascinantes y como todas las leyendas tienen algo de verdad
en ellas, o al menos eso es lo que siempre pensó Jenna Black, de 16 años.
Lo confirmó un día como cualquier otro, salía de su casa rumbo al bosque para su carrera
de cada tarde, cuando chocó con Sam Uley. Al estar concentrada en no caer, no se fijó en
quien era, y al levantar la mirada tras estabilizar su cuerpo gracias a las manos del
desconocido, reconoció el rostro del chico que estaba en boca de todos en la reserva. Sam
Uley, más conocido como el chico consume esteroides, ex novio de Leah Clearwater, a
quien dejó de la nada tras estar desaparecido algún tiempo.
Cuando sus miradas cruzaron, oyendo la voz de su padre de fondo, fue testigo de cómo
Sam caía de rodillas frente a ella. Ambos seguían sin reaccionar cuando la voz de su padre
volvió a oírse, pidiendo a ambos que fuesen a la cocina, donde entre su padre y Sam, quien
ya reaccionaba, le contaron todo. Su sonrisa sabionda desconcertó a ambos hombres, más
aún cuando aseguró que sabía que era real, explicando que toda leyenda surge de algún
hecho real. Poco después, con la aprobación de su padre y para el desagrado de Jacob a
quien no le agradaba, se estaba mudando con Sam.
****** (Amanecer parte 1)******
---Jenna tiene 18 y Sam 20---
Cuando Jacob se transformó, comprendió el porqué su hermana se había ido con Sam, y
recuperaron su relación. Por eso no entendía cómo él pretendía que traicione a Sam, su
lobo, solo porque Isabella estaba embarazada del vampiro.
- Lo siento Jake, pero no me meteré en esto-. Dijo Jenna cuando Jacob llegó a su casa
contándole todo, pretendiendo que vaya con él a casa de los Cullen, abandonando a Sam y
la manada.
- ¿Qué...? ¿Por qué no? Eres mi hermana, tienes que apoyarme. Es la chica que amo, tu
amiga, la que está siendo amenazada de muerte por Sam y la manada-. Me recrimina, hago
una mueca triste.
- Lo siento, mi respuesta es la misma. Adoro a Bella, pero no me meteré. Ella sabía lo que
hacía al elegir tener una luna de miel como humana.
- ¿¡Pero por qué!? -. Exclamó furioso acercándose a Jenna, temblando, provocando que
retrocediera llevándose las manos al vientre protectoramente. Jacob abrió los ojos
sorprendido al darse cuenta-. Estás embarazada-. Susurró incrédulo.
Jenna asintió-. Si, por eso te pido que me dejes fuera de esto. Comprendo que Bella quiera
tener su bebé mejor que nadie pero no puedo ponerme en riesgo ni a mí ni a mi bebé.
- Entiendo. Lo siento-. Dijo arrepentido abrazándola, toda la furia abandonando su cuerpo al
enterarse de la noticia. Separándose, le sonrió y volteó para irse cuando Jenna lo llamó.
- Jake. Saluda a Bella de mi parte-. Dijo con una sonrisa que él devolvió, antes de
emprender camino de nuevo-. Y, Jake-. Volvió a girar-. Lo único que puede salvar a ese
bebé ahora es que no sea totalmente vampiro. Ten cuidado por favor, y protege a Seth y
Leah-. Pidió angustiada.
- Tranquila, lo haré-. Dijo ahora yéndose sin interrupciones.
******
Estaba toda la manada junta de nuevo en casa de Jenna y Sam, tras el encuentro con los
Vulturi hace poco más de un mes y luego de solucionar los problemas internos de esta,
Jenna salió de su habitación atrayendo las miradas de todos, ocultando algo a su espalda.
- ¿Qué tienes ahí? -. Inquirió Sam curioso por la actitud y sonrisa de su prometida. Jenna se
acercó a él y bajó la mirada curiosa de toda la manada extendió lo que ocultaba a su
espalda, quedando a la vista de todos una prueba de embarazo-. ¿Qué...?-. Sam miró el
pequeño objeto y sus ojos brillosos se fijaron de nuevo en la chica quien tenía los ojos
cristalizados-. ¿Es... es enserio?-. Cuestionó emocionado, colocándose de pie, la chica
asintió repetidamente sin poder emitir palabra.
Una sonrisa se abrió paso en el rostro del hombre, que envolvió sus brazos alrededor de la
cintura de su prometida, y alzándola comenzó a girar sobre su eje, diciéndole repetidamente
cuanto la amaba.
- ¿Puede alguien explicar qué sucede? -. Cuestionó Jared, sin enterarse de nada.
- Jenna está embarazada-. Respondió feliz Leah, pues ahora comprendía lo que había
pasado en el pasado y tras una larga charla con Sam y Jenna hicieron las paces y se
volvieron amigos sobre todo ahora que Leah había encontrado a su impronta tras volver de
un corto viaje que hizo para alejarse y relajarse luego de tantos problemas. Sarah era una
linda chica que había venido en busca de inspiración para uno de sus libros, y tras conocer
a Leah había decidido quedarse permanentemente.
Todos aullaron emocionados ante la noticia, menos Jacob que ya lo sabía, y había preferido
observar todo con una sonrisa.
- ¿De cuánto estás?-. Cuestionó Sarah, quien también se encontraba ahí, al igual que Kim y
Rachel, quienes se habían acercado a felicitar a la pareja.
- De cuatro meses, y antes de que pregunten-, dijo viendo que iban a preguntar algo más-,
lo sé desde que empezó todo lo del embarazo de Bella, pero no quería añadir más cosas a
lo que sucedía-. Informó la chica-. Quería esperar a que se tranquilizara todo-. Se encogió
de hombros, con una sonrisita inocente.