-Como sea, Ryan. Iré caminando a casa si es eso lo que te preocupa. -Dije seca. Subí la mirada y ahí estaba Lucas a su lado, mirándome fijamente, sólo que Melody lo estaba abrazando- Ah y no me vuelvas a llamar Sav. -Odiaba recordar el pasado, mi mamá fue la primera en ponerme ese apodo.
-Perdón y gracias hermanita. -Dijo y me dió un beso en la frente. Todos se alejaron y se sentaron en su mesa. Melody se sentó en las piernas de Lucas y no pude evitar sentir celos. No puedo creer que después de todos estos años sigo enamorada de él. Ese beso. Ese maldito beso fue el causante de todo.
-Savannah, te estoy hablando. -Dijo Danielle y yo quité la mirada de ellos.
-Oh, perdón..
-Lucas, Lucas, Lucas.. -Dijo Danielle y yo sólo reí a carcajadas.
En la salida, guardé algunos libros en mi casillero mientras hablaba con Danielle. Me despedí de ella y empecé a caminar, vi a Ryan hablando con sus amigos y unas chicas. No me quería ni imaginar que harían hoy. Claro, viernes. Eso lo explica todo. Mi hermano me miró y me sonrio. Estúpido. Yo le doblé los ojos y seguí caminando. Pasé por un café que quedaba cerca de casa y pensé, ¿por qué no? Entré y pedí unas galletas de chocolate con café. Me senté en una mesa alejada y empecé a comer, tenía bastante hambre. Un chico de cabello liso, rubio y ojos azules se sentó en mi mesa. ¡Sí, en la mía!
-Hola, pues como somos las dos únicas personas aquí y tu estás sola al igual que yo, pensé que podía sentarme aquí contigo. -Dijo y me sonrío. Su sonrisa era hermosa. Yo también sonreí y envidiaba tanto su seguridad en si mismo. Yo jamás habría hecho lo que el hizo.
-Me llamo Erick. ¿Y qué hacías sola aquí?
-Pues probablemente lo mismo que tú. -Dije y él sonrió al instante.
Y así duramos toda la tarde metidos en ese café conociéndonos. Erick era muy divertido, hace tiempo no tenía una conversación así con alguien. Al parecer teníamos el mismo gusto musical, a los dos nos encantaba Simple Plan.
-Muero por su último cd. -Dijo mirándome a lo que yo sonreí.
-¿Sí? Pues yo a mi padre se lo pedí y él pensó que a mi hermano también le gustaba, por eso compró dos. Lo que me lleva a que obviamente uno no lo uso y... -Él sólo sonreía.
-Savannah, ¿en verdad?
-¡Sí! Ven, si quieres acompáñame a casa y te lo doy. Aparte ya oscureció y la casa está sola ya que mi hermano salió con sus amigos. -Dije y empezamos a caminar a casa. Reíamos por cualquier tonteria en el camino. Debo admitir que el chico era genial.
Lo agarré de la mano mientras corriamos hasta que por fin llegamos a casa, entramos y.. ¿Qué hacían ellos aquí? ¿No se supone que estarían de fiesta o algo así?