—¿Steven?— —Oh, sí, una vez que se enteró de los secuestros en tu manada, ¡fue él quien nos dijo que se habían llevado a niñas! Estaba preocupado por si fueras tú y quería saber si habíamos estado en contacto—. Él explicó. Miré a un Phoenix, calibrando su reacción. Apretó la mandíbula y entrecerró los ojos, así que lo tomé como un gesto para seguir buscando información. —Oh, me sorprende que lo haya hecho—. Mamá se rió entre dientes. —Él siempre te ha vigilado de cerca, Kilua. Fuiste parte de esta manada una vez que lo supiste—. Hice una mueca, sabiendo que la manada de la que formaba parte estaba potencialmente llena de mentiras. —¿Qué le dijiste? ¿Cuando te preguntó?— Me pregunté, mi pierna temblaba debajo de mí. —Le dijimos que no habíamos escuchado nada. Bueno , no, le dijimos q

