Luna Titán.
Podría acostumbrarme a eso.
Phoenix tarareó y le agradeció con desdén una vez que entramos a la habitación. Seguramente era un dormitorio grande. A la derecha había una enorme cama con dosel, dos escalones que conducían a su podio. Sábanas blancas y de seda extendidas a lo ancho y mullidas almohadas blancas en la cabecera.
Una gran cómoda estaba a un lado, una habitación que supuse era un armario al lado. A ambos lados de la cama había pequeñas mesas con lámparas de cristal y, una vez más, el emblema dorado descansaba en los tiradores. Había un tocador al otro lado de la habitación, junto con un televisor enorme cerca y un sistema de sonido envolvente.
Era una habitación digna de un rey...
Una puerta conduce a un enorme cuarto de baño y me disculpé rápidamente. Era de un b
