Mientras lo miraba a los ojos desorbitados, le hablé suavemente: "¡Vamos, hazlo! ¡Fóllame las tetas! ¡Fóllalas bien! Quiero que te corras sobre ellas". De repente, gimió en voz alta y luego le gritó a Max que agarrara la cámara como si fuera a explotar.
Entonces sacó su polla de entre ellas, la acarició dos veces, y vi cómo su semen salía a chorros. Se arrodilló sobre mí con una sonrisa malvada, la clase de sonrisa que solo un hermano podía poner cuando le hacía un acto incestuoso a su hermana. Su semen caliente aterrizó en mis tetas, deslizándose por mis dedos. Luego, otro chorro de semen salió disparado y aterrizó en mi areola.
¡Córrete en su cara! ¡Córrete en la cara de Katrina! —gritó Max.
James avanzó rápidamente, se sentó a horcajadas sobre mi cuerpo y me echó el resto de su semen
