¡Vamos, Katrina! ¡Chúpame la polla! ¡Quiero correrme en tu boca! Nunca un hombre me había ordenado algo así, y lo disfruté muchísimo. Fue surrealista que mi hermano me ordenara que se la chupara y me dijera que quería correrse en mi boca. Le agarré la polla, le di un par de mamadas rápidas y fuertes, y luego pasé su cabeza por mis labios húmedos. "Tranquilo, James. Te la chuparé y dejaré que te corras en mi boca. No quiero dejar a nuestro hermano solo y también necesito placer. Además, si me dan placer, chupo mucho mejor la polla". Pensé en añadir eso; era cierto. Siempre que le hacía el 69 a mi novio, hacía que se corriera más rápido. Miré por encima del hombro a Max, que disfrutaba acariciándome el culo y las tetas. Tomé una de sus manos y la deslicé hasta mi coño. Usé su mano para apa

