—No lo creo—pronunció Sarah casi asegurando lo peor, casi como si supiera lo que Michael planeaba. Me quede en silencio mientras devolvía el teléfono en su lugar, no exactamente por la sugerencia de Sarah, sino porque comencé a creer que tal vez ella estaba más involucrada con él de lo que yo sospechaba. —¿Qué sugieres?—cuestione con el afán de investigar un poco más sobre su relación y lo que pretendían hacer. En un principio creí que Sarah no era más que una víctima y que estaba siendo manipulada por Michael, pero conforme hablaba la situación parecía distinta. —Michael quiere asesinarte—confesó y gracias a que casi lo consiguió, no podía dudar de esa información—y quiere quedarse con la empresa de tu familia y tu fortuna. —Eso es obvio—manifesté sorprendido de su actitud hasta ese

