En algún momento de la noche o madrugada, Theo ha dejado de aferrarse a mí, pero no precisamente porque quería hacerlo, sino porque se levantó para ir por el botiquín para curar mis manos, las cuales sí duelen y arden mientras él las desinfecta. Puedo ver cortes poco profundos que no necesitan puntos, pero lo suficiente como para que mis manos estuvieran manchadas de sangre y haya rastros de ella en la ropa de Theo. Él trata mis manos con cuidado, siempre pareciendo que quiere lastimarme lo menos posible, pero creo que el dolor en ellas es lo de menos, en este momento no sé lo que siento. Sólo puedo ver el rostro de Theo todo desastroso por todas las lágrimas y creo que luzco algo parecido a eso. Sin embargo, internamente estoy en ese limbo que te deja el llanto, como si hubieras alivia

