Después chupó y lamió al jefe hasta partir la mesa. Él la sacó de la empresa, dirigiéndose directamente a su hermosa mansión y ahora él y ella están acurrucados en la cama. —Jefe... ¿Realmente me amas? ¿Cuándo comenzaste a amarme? ¿Por qué no lo vi? — preguntó ella, después de que él confesó que él también la amaba en secreto. —Bueno, mantienes la cabeza baja y te escondes debajo de tus gafas todo el tiempo, no miras el mundo exterior así. ¿Cómo sabrías que te amo? —Bueno, Karen... es genial y anticuada, no es digna del Jefe en absoluto. —Eres hermosa a tu manera... y lo más importante cuando estás en la cama, eres más sexy que todas las chicas con las que he estado. Su cara estaba roja, avergonzada. —El Jefe dijo que soy... ¿Zorra? —Estoy diciendo que me gusta tu forma de ser, Ga

