Los ojos del jefe mostraron que él conocía todos sus secretos. No es cierto… —¿Y sabes por qué Jessica vino a verme? —Eh... no... No lo sé, jefe — tartamudeó ella como respuesta, temblorosa. La miró burlón. —Jessica me devolvió el dinero porque no acudió a mí esa noche. El color de su rostro ya no era blanco, era más bien de una palidez lamentable. —Así que... Jefe... es… —Lo que demuestra que la mujer con la que me divertí aquella noche no era Jessica. ¿Por qué la miraba tan fijamente?, y ella fue incapaz de verlo a los ojos. —No apartes la mirada de mí, cotorra. Entonces dime con quién me acosté esa noche. —Eh... yo… yo lo siento porque… no dije la verdad, jefe, yo… —No te confundas. Te doy una última oportunidad de decirme la verdad. ¿Qué hará ella? Si el jefe sabe que la

