Capítulo 8

479 Palabras
Pude ver como Harvey se quedaba pasmado, su cara era un poema. Tenía el labio inferior aferrado a sus dientes, sus ojos estaban muy abiertos. Una vez me bajé el top, le quité las bragas de un tirón, por si acaso esto era un juego y pretendía quedárselas. Entonces Harvey, salió de su pequeño trance y le cerré la puerta en su cara. — Buena chica, así me gusta — Soltó mientras reía detrás de la puerta — Cariño, prepárate, porque vamos a pasar las mejores dos semanas de nuestras vidas — Susurró.En ese momento, volví a sentir el cosquilleo en la parte baja de mi estómago y me empezó a entrar calor. La piel se me erizó y un escalofrío invadió todo mi ser. Dios, la forma en la que me dice cariño y su acento tan marcado, creo que me he mojado tan solo de oírle. Nunca había experimentado esto.Joder, todo me resulta excitante de él. Este chico me está despertando sensaciones que nunca antes había experimentado y la verdad es que me da curiosidad...  Narra Harvey Joder, no podía creer lo que estaba viendo. ¿De verdad esta chica tiene dieciséis? Si tiene unas tetas increíbles. Llevo exactamente un mes entero sin follar y necesito algo, a alguien, lo que sea en estos momentos. Sí que es verdad que muchas chicas vienen a mí, pero a veces las rechazo, no son de mi agrado ni de mi tipo pero Lara... madre mía, juro llevarme a esa chica a la cama cueste lo que me cueste. Lo tengo en mis propósitos y no creo que se resista. Joder, es que es preciosa, es imposible parar de mirarla. Esa chica tiene algo que atrapa, nunca me había pasado nada parecido antes... Llegué a mi habitación y me tumbé en la cama cerrando con pestillo. Me quité toda la ropa y pude ver mi gran erección por culpa de esa preciosa y estúpida niña. Dios, esta chica me pone tan duro... Comencé a acariciarla, de manera suave al principio y después, acelerando el ritmo. Tenía que bajarla de alguna manera.  Narra Lara Pude escuchar como Harvey se metía en su habitación. Dios, estaba muy caliente, necesitaba algo en estos momentos para saciarme. Pocas veces había sentido esta necesidad, pero esta vez es tan intensa, que me deja con ganas de más, ganas de... ¿Tocarme? Muchas veces, escuchaba a mis amigas hablar sobre la masturbación y de sus experiencias haciéndolo. También, cuando les hablé sobre mi poca experiencia, empezaron a atormentarme diciéndome de intentarlo, pero nunca se me vino a la cabeza y me daba algo de miedo y de respeto eso de tocarme ahí. Es la mejor sensación que una se puede dar a sí misma, tienes que probarlo Lara, no te arrepentirás... Las palabras de Katheline inundaron mi mente. Podría probarlo esta noche, a lo mejor...  
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