Capítulo 20 parte 3

454 Palabras
Mientras resolvía la ruta de escape, mi pensamiento iba a lo que debía hacer con mi actual trabajo, no pasó mucho tiempo, pero no se sentía correcto trabajar para una empresa que se encontraba aquí en Nashville si quería iniciar de cero. Además, ese trabajo me recordaría siempre a mi tiempo aquí, así que no demoré mucho en tomar la decisión. Si bien parecía algo cobarde no me importaba mucho, me centraría primero en mi bienestar personal y mental. Programé el envío de mi renuncia por e-mail, junto con todo el trabajo que me habían encargado y que me encargué en su totalidad como disculpa por tantas molestias. Una vez resuelto todo eso, me centré en lo más importante, ¿cómo escaparía de aquí sin que se dieran cuenta? Fue una verdadera batalla el pensar una manera, pero estas dos semanas me sirvieron para observar las rutinas de los demás. Una semana antes comencé a salir esporádicamente a ciertas horas, a veces a la cocina para fingir prepararme un sándwich, a veces al jardín para sentarme y fingir respirar un poco de aire fresco, a veces a la biblioteca para fingir elegir un libro interesante, claro que en ningún momento me detuve a mirar a los trabajadores y claro que en ningún momento salía a una hora fija, no quería que sospecharan mucho. En mis salidas pude observar que, si bien había guardias rondando el perímetro, la vigilancia no era tan estricta, incluso pillé a un par de guardias jugando a las cartas mientras iba hacia la parte de atrás del jardín, si no fuera por el ruido que hice al pasar por los arbustos podría haber llegado a la reja de atrás sin problema. Me di cuenta que en ese punto los guardias no supondrían un problema grave, si me movía en silencio podría salir sin que se dieran cuenta, el problema eran las cámaras de vigilancia que estaban ubicadas en las entradas y salidas de la mansión “no me digas que tendré que ocasionar un cortocircuito para salir de ahí” Aún estaba analizando la mejor forma de irme sin causar ningún accidente, pero cuando estaba caminando por los pasillos buscando la caja de interruptores escuché una conversación entre las mucamas que pasaban por allí. — ¿Oíste? El amo Caesar irá de viaje de negocios por unos días y dejará la mansión al cuidado de los guardias de seguridad. “¿se irá de viaje de negocios? ¿por qué no me dijo nada?” una parte de mi corazón esperaba que él también sintiera la necesidad de verme, de querer saber cómo estoy, pero al parecer Caesar seguía con su vida y eso solo me daba un sabor amargo.
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