NORA
Dos semanas habían pasado desde que llegué al lindo poblado de Greenville y muchas cosas habían pasado, el trabajo fue perfecto, fue la primera vez en mi vida que trabajaba para un hotel, pero la experiencia fue enriquecedora, el encargarme yo sola de las promociones, nuevos eventos, el contacto post venta y demás era un trabajo difícil para una sola persona, pero me reconfortaba el que me dejaran fluir tan libremente, aunque tenía que rendir cuentas semanalmente en reuniones donde los representantes de todas las áreas tenían que estar presentes, todo estaba yendo muy bien con respecto a mi trabajo.
También había hecho algunas amistades, incluso me hicieron una pequeña fiesta de bienvenida dos días después de mi ingreso, comimos, bebimos y nos divertimos. Nunca me había sentido tan
