Capítulo 9 parte 1

832 Palabras
NORA Después que C se fue, me centré en arreglarme como pude. Me puse el polo n***o que aún tenía en mis manos, no me pondría de ninguna manera el único sostén sudado que tenía a mano, de todos modos, no era que alguien la vería, y después de revisar nuevamente el armario, tuve que conformarme unas bermudas que me quedaban un poco anchas. Con la premisa de que alguien me estaba esperando, fui al baño, abrí un cepillo nuevo, cepillé mis dientes y tomé un peine, desenredé mi cabello y lo dejé suelto. Me puse mis zapatillas y cuando estuve conforme con mi apariencia (dadas las circunstancias en la que me encontraba) me preparé mentalmente para abrir la puerta y hablar con el hombre que dejaba mi cerebro derretido ¿me diría que tendría que quedarme aquí más tiempo? ¿tal vez ya me dejaría ir? ¿por qué de pronto la idea de no volver a verlo me daba un mal sabor de boca? “cálmate, primero hablemos. Es tu oportunidad para salir de esto airosa” pensé. Solté un suspiro en un intento para calmarme y abrí la puerta con una actitud renovada. Ahí estaba, el hombre que hacía cosas en mí que no tenía idea que podía sentir, él tan perfecto con su polo n***o pegado a su cuerpo, con unos pantalones holgados del mismo color que lo hacían ver más relajado y más guapo, y luego estaba yo, con ropa prestada y muy grande, con mi cuerpo igual de grande, sin una gota de maquillaje, que demostraba lo desalineada que podía estar, si madre me viera, seguro daría el grito al cielo porque una dama no debería mostrarse a un hombre estando en “fachas”, según ella una dama siempre debería mostrar la mejor versión de una. Carraspeé un poco en un intento de concentrarme, “profesional, debes ser profesional y mostrar de lo que eres capaz” con eso en mente mi mirada subió al rostro de C. — Espero no te moleste, usé tu baño y la ropa que estaba en el armario, no tenía nada más que ponerme. Por unos segundos pensé que él no respondería, que solo me ignoraría, pero luego soltó un suspiro y se alejó de la pared en la que estaba apoyado. —Ven conmigo, necesitamos hablar. Sin decir más lo seguí en el más incómodo y absoluto silencio, tenía miedo de lo que pudiera pasar, mentalmente repasé lo que diría, aunque me humillara a mí misma contaría lo que pasó ese día, iba a ser honesta y también iba a jurar que no hablaría sobre lo que vi, no diría nada, incluso firmaría un papel y dejaría que ellos me vigilaran si así lo desearan, todo con tal de salir libre de todo esto, estaba segura que ellos aceptarían un trato así, luego podría encontrar un lugar nuevo para comenzar su nueva vida de soltera lejos de su familia, buscaría un nuevo trabajo donde nadie la conociera. “los árboles genealógicos también se podan, tendré una nueva vida lejos de todo lo que me hace daño y la disfrutaré al máximo”, con el plan en mi mente, llegamos a lo que parecía ser una sala de juntas, los dos hombres que ya había visto antes estaban sentados en sillas, D se encontraba tecleando algo en una laptop y A estaba apoyado en la mesa, con la vista puesta en su celular. Cuando A los vio entrar, la mirada aburrida se iluminó, la mueca se volvió una sonrisa coqueta que me miraba como si estuviera verdaderamente feliz por verme y tener mi compañía. — Gatita, buenos días ¿decidiste unirte a nosotros? ¿ya desayunaste? Puedo traerte algo si así lo quieres. No estaba acostumbrada a recibir ese tipo de atenciones y menos viniendo de alguien que consideraba fuera de mi liga porque seamos sinceros ¿por qué alguien como él se fijaría en alguien como yo? — Deja de jugar y ponte serio, Adrián. “Así que se llama Adrián” pensé. Esperen… ¿por qué de repente decían el nombre de uno de los suyos frente a ella? ¿era un nombre falso? ¿la estaban poniendo a prueba? ¿iba a deshacerse de ella? “no, tranquilicémonos. No podemos sacar conclusiones precipitadas” C jaló una de las sillas y me miró, entendiendo lo que quería decirme con su lenguaje no verbal, me senté ahí obedientemente. Adrián y D me miraron y luego miraron a C con curiosidad en sus ojos. ¿es que nadie iba a hablar o estaban esperando alguna reacción para poder deshacerse de mí? Solté un suspiro en un intento por calmarme, si nadie ahí iba a hablar, yo lo haría, “puedes hacerlo, Nora. Deja que ellos vean lo coherente que puedes ser, saca a la mujer de negocios que tú sabes que eres, eres parte del área de marketing, es tu trabajo enamorar con la palabra.”
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR