Con el comando de Lizz, ambas se fueron y yo me quedé quieta, procesando todo lo que había escuchado, ya tenía dudas sobre eso, pero el confirmar por boca de Lizz que madre participó activamente al engaño de Jason fue un golpe para mí, mi propia madre, la persona que se supone debía cuidarme y protegerme, me causaba daño. Sabía que eso no debía sorprenderme ya que madre era la causante principal de todos mis traumas, pero creo que en el fondo esperaba que en su interior haya una pequeña parte, una pequeñísima parte donde tenía deseos felices para su hija mayor escondida en ese cruel y n***o corazón, tal vez esperé mucho de ella.
No sé cuánto tiempo estuve ahí, pero el sonido de unos tacones resonó nuevamente en el baño.
— Recuerda darle esa bebida especial al señor Caesar, no debemos dejar que él se vaya así de fácil, la otra bebida se la darás a Jason para que caiga dormido. Mi linda Lizz se encargará de todo lo demás.
No pude escuchar la respuesta de la otra persona, pero el que nombraran a Caesar me alarmó, ¿Qué le quería dar madre a Caesar? ¿y qué es de lo que se encargaría Lizz? Esperé unos segundos esperando a que nadie más ingresara y salí apresurada. Sea lo que sea debía detenerlo, busqué por todo el primer piso, por el jardín, ignorando a Jason que quería hablarme, mi misión era buscar a Caesar. No estaba por ningún lugar, solo me quedaba el segundo piso.
Subí apresuradamente las escaleras y revisé cada habitación esperando y rezando que madre no hubiese logrado su objetivo. Justo cuando iba a abrir la que era una habitación de invitados, una voz hizo que me detuviera, Caesar estaba hablando con alguien, seguro era la persona de la que me había hablado antes. De inmediato fui a la habitación de al lado, como m*****o de la familia o bueno, pseudo m*****o, conocía todos o casi todos los secretos que esta mansión tenía. Caesar no lo sabía, pero algunas habitaciones eran una sola años atrás y las separaron con un material parecido a la pared, aunque algo más delgado. Algunas habitaciones se habían pensado en convertirlas estudio de arte, o al menos eso era lo que decía el dueño antiguo de la mansión. Como nadie pintaba ni necesitaba un estudio, remodelaron las habitaciones y en la que se encontraba Caesar y su compañero era una de esas habitaciones.
— ¿Ya lo sabes? ¿El alma pura está de nuestro lado?
— No lo sé aún, la evidencia dice que es una traidora, las fotos son absolutas. Ella está dando información al enemigo, pero viendo ahora a su familia parece como si no se llevaran bien ni confiaran en ella.
— Tal vez de verdad es una víctima de las circunstancias. Investigué que al parecer tu pequeña ninfa fue intimidada por todos los miembros de esa familia durante años, una verdadera paria de la familia Murphy, puede ser que en esas fotos haya pasado lo mismo.
— Puede ser una posibilidad, pero aun así no podemos confiarnos. Si Cronos ha encontrado la manera de controlar a las que supuestamente nos dan fuerza y complementan, estamos en problemas. Es una ventaja que ella viva conmigo, así puedo vigilarla y tener más control sobre la situación.
— Todo bien, pero ¿qué sientes tú? Tengo entendido que ustedes dos se han entendido bastante bien en estos días, si me entiendes a lo que me refiero. Caesar, estamos nerviosos con la actitud que estas tomando. No nos molesta que te folles a alguien, todos lo hacemos, lo que nos inquieta un poco es el hecho que a quien te folles sea posiblemente una traidora de la divinidad, esperamos que tus convicciones no peleen con tus deseos y esperamos que, si lo hacen, tus convicciones sean las que ganen.