Capítulo 22 parte 6

269 Palabras
Demoramos unas cinco horas aproximadamente al llegar a California, específicamente a San Francisco y de nuevo recordé porqué rechacé categóricamente el puesto en esta ciudad cuando me la ofrecieron, odiaba las tanto la vida de ciudad tan concentrada, el tráfico era otro suplicio que ya imaginaba iba a pasar cuando no fuera de madrugada, por lo mismo insistí tanto en viajar de noche, no había mejor sensación que recorrer la carretera sin esos pitidos y bullicio. Para cuando llegamos a la mansión ya eran las 3 de la madrugada y estaba cansado, solo deseaba poder dormir, pero no en cualquier cama, deseaba tanto dormir junto a mi ninfa, abrazando esas curvas deliciosas, deseaba poder tener su aroma a mi alrededor, decidí hacer algo que no solía hacer. — Que nadie me moleste hasta las diez que es la reunión, repito, que nadie se acerque a mi habitación hasta esa hora si no quieren lamentarlo luego ¿quedó claro? El mayordomo que me recibió solo asintió con un gesto asustado, tal vez la forma en la que me expresé fue un poco cortante, pero es que necesitaba desconectarme de todo tan desesperadamente al mismo tiempo que estaba luchando contra mi deseo de llamar a mi mansión y preguntar por mi Abigail. Tenía que concentrarme en lo que venía en unas horas. “Concéntrate, Caesar. Eres un guerrero, tu prioridad es clara.” Con ese mantra en mente, pude conciliar el sueño y hasta entonces no sabía que mi decisión de no hablar con nadie de mi mansión apenas llegué fue lo que iniciaría una ola de completo desastre en mí.
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