Mientras bajaba por el sendero, oyó que el coche de Hannah se marchaba de la casa. Le resultó extraño que el ama de llaves se marchara tan temprano. Sin embargo, lo que le resultó extraño de verdad fue ver que la furgoneta de Bella estaba aparcada delante de la puerta de la casa cargada de maletas. Abrió la puerta de la casa con un mal presentimiento que se convirtió en realidad cuando vio el rostro de Bella . –No te esperaba –le dijo ella secamente. Nada de bienvenidas, ni de sonrisas ni de besos. –Bueno, quería darte una sorpresa –replicó él con una sonrisa–. Y parece que lo he conseguido, ¿verdad? Ella lo miró con amargura. –Sorpresa. Sí. Supongo que se podría llamar así. Alex tragó saliva. Aquello no iba como él había planeado. Cuando se marchó, parecía que ambos tenían la posib

