Charlotte no se podía creer que él le estuviera preguntando semejante barbaridad. —Por supuesto que sí lo voy a tener. ¿Por qué pensaste que no? este bebé no tiene la culpa de nada. —Por nada… ya debo irme Charlotte, solo vine para despedirme de ti —Charlotte sintió mucho miedo cuando él dijo eso. —¿Para donde te vas? —A casa… El saber que se regresaba a Alemania le partía el corazón, pero y si le confesaba la verdad ¿cambiaría algo entre ellos? —Lance… De pronto él se aproxima a ella saliendo de la sombra quedando cara a cara. Lance observa a Charlotte a los ojos y luego baja la mirada hacia sus labios. —Espero que… —detiene sus palabras y ella espera impaciente —. Espero que tu bebé y tú estén bien —Charlotte contenía las lágrimas, y pensó que no lo podía dejar ir. —Lance… É

