12 + 1

770 Palabras

No soy tonta, sabía que me habían mandado entregar aquel paquete para que estuviera fuera, así que algo debían estar haciendo, algo en lo que no querían que yo participase; ¿Qué era ese algo? Tampoco era tan lista como para saberlo. Ya llegaba con la mosca detrás de la oreja, y además vi cómo del edificio horrendo salían tres coches, uno de ellos lo había visto antes. La furgoneta del nazi iba acompañada de dos coches que parecían de UBER, si se hubiesen comido a todos los taxis de Nueva York y hubieran digievolucionado después. Entré rápidamente y me encontré con el portero apoyado sobre la fregona, haciendo como que limpiaba el rellano, abrió los ojos en el mismo instante que mis pasos sonaron dentro del recibidor. —¿Dónde está la sala de reuniones?— pregunté como si supiera perfectam

Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR