CAP. 27 – LA CENA La casa tenía otra luz. Noah recibió la noticia de la visita de su amigo y no pudo parar de ofrecer ayuda para cocinar y con todo lo que fuera preparativos. Emma le dijo que pondría la mesa y él quiso los cubiertos de oro, que eran de un juego que Sólo Dios sabía porque permanecían tan dorados. Los platos de porcelana, el mantel blanco y flores que fueron a recoger juntos al bosque. Una verdadera fiesta. Primero una entrada, luego el plato principal y George traería helado para lo que Emma horneó brownies. El niño no dejaba de parlotear y saltar por encima del sillón del living hasta que su madre tuvo que detenerlo. -Vas a arruinarlo, -le dijo y no has terminado de doblar las servilletas. Enseguida se cansó de todo y se fue a mirar televisión. Emma respiró profundo, c

