(8) En realidad, no sabía si era lo mejor dejar la casa de los Maxwell, para regresar a mi antigua casa, en donde me crie desde los once años. En todo caso, no había otra opción para mí. Los Maxwell habían regresado de su viaje por todo Europa, y se asentarían de nuevo en Caldwell, para poder ver de cerca el crecimiento de la nueva firma de abogados de su único hijo. El nombre de su querido hijo, era Justin Maxwell. Aún no conocía a mi jefe, pero gracias a su madre, la señora Katerin Maxwell, sabía que era un joven de cabellera castaña clara, con ojos miel. Desconocía totalmente el carácter del hombre, así que estaba ansiosa por conocerlo. De lo que no estaba ansiosa, era de volver a la casa Thompson, la casa en donde dos hermanastros se enamoraron, pero que tal amor, ya no existía.

