- - Quiero que todos se larguen ahora mismo. La habitación se había casi que llenado de la seguridad italiana, cuando Montserrat apretó el botón de pánico que permanencia en su anillo familiar, no estaba dispuesta a que ese ruso hiciera con sus hijos lo que se les diera la gana por esa razón llamo a todos, necesitaba respaldo para deshacerse de sus matones, porque, aunque los autos de seguridad si habían salido de la residencia eran muchos los guardias que permanecían junto él como los perros que eran. - Tu no puedes dar órdenes aquí, no olvides donde estas Alexei. - ¿Quién olvida quien es quien Montserrat?, o negaras que soy el padre de tus hijos. Aquello le callo como un valde de agua fría, el que se llamara padre de sus hijos la hizo sentir el temor más gran

