POV Maximiliano
Salgo prácticamente huyendo de la habitación de Helena, Verla así hizo que despertara a un más el deseo de tenerla entre mis brazos, sé que no es correcto lo que siento por ella, pues sería como aprovecharme de la situación, ella todavía no recuerda nada de su pasado y yo no quiero impedir que eso pase pero lo que si es que desde que la vi llegar aquella noche casi sin signos vitales e indefensa me prometí a mi mismo que iba a cuidar de ella, la vi vulnerable e hizo que hubiera una opresión en mi pecho.
Inicio de flashback
Año y medio atrás
Estoy llegando a mi turno, como siempre me gusta pasar por el área de urgencias pues me gusta que todo marche a la perfección en mi hospital ya que además del dueño, soy médico en el.
—Una camilla, una camilla. —Giro para ver por qué tanto alboroto, cuando veo a un paramédico con una hermosa mujer entre sus brazos gritando, corro en busca de una camilla, preciso está noche en especial estamos cortos de personal, la ponemos sobre la camilla e intentó canalizar pero me es un poco imposible debido al estado que llegó, su pulso se encuentra demasiado débil, sus brazos están completamente llenos de hematomas, su ropa está completamente rasgada me imagino que fue un accidente de tránsito debido a como trae su ropa, además de rasgada está completamente sucia, miró sus piernas y tiene el hueso femoral salido, doy indicaciones para que la lleven cuánto antes al quirófano, voy al área de desinfección para poder reanimar a la hermosa joven que sufrió el fatal accidente.
—Doctor Aguirre usted va intervenir a la joven, porque el doctor Domínguez todavía no ha llegado, adicional los demás médicos están ocupados. —Asiento y le hago señas para que me tenga todo listo, después de haber desinfectado mis manos y haber puesto mi ropa quirúrgica, me dirijo al quirófano que al llegar veo que las enfermeras y anestesiólogo están dándole reanimación cardiopulmonar a la joven, corro y pido que le inyectan adrenalina para la fortuna de la joven volvió a respirar, sus signos vitales volvieron a ser estables. La operación dura aproximadamente una hora, tuvimos que contener la hemorragia y de paso hacerle transfusión de sangre donde me tocó donar a mi ya que su tipo de sangre es ab negativo y no había en el momento, así que pusimos una intravenosa, una en su brazo y otro en el mío y así fue que le done sangre durante la cirugía, tan pronto terminó la cirugía se llevó al área de cuidados intensivos, para su recuperación, pero las horas fueron pasando y ella nunca volvió a despertar, tratamos de averiguar del lugar de accidente pero no hubo nada en dónde buscar, ni documentos que la identifique, ni familiares algunos, adicional que su rostro está un poco inflamado.
Desde ese día decidí hacerme cargo de la bella joven, siempre vengo en horas de la tarde y toco mi guitarra para ella, se que le gusta la melodía que interpretó pues así este dormida siempre refleja una bella sonrisa, sonrisa que me enamora cada día más, así pasan los días los meses y nada que despierta mi bella durmiente ni siquiera aquella vez que después de interpretar una bella melodía en mi guitarra me acerque a ella y le di un suave beso en sus labios, no se que pensar pero ese sus mejillas se tornaron rojas y una pequeña sonrisa brotó de sus labios. Solo puedo pensar en el día que aparezcan sus familiares y ella se aleje de mí.
Final de flashback
Miro mi reloj y veo que ya es hora de la cena, por dios cuando tiempo estuve sumergido en mis pensamientos, tomo mi saco acomodo mi corbata y salgo de mi habitación para caminar a la habitación que está al frente de la de mi hermosa Helena, golpeó suavemente para ver si ya está lista pero no hay respuesta alguna, doy otros dos golpes más pero tampoco responde así que me veo en la necesidad de entrar a su habitación sin su permiso aún horas antes le hubiera prometido que no volvería a entrar de esta forma pero está vez es un caso de fuerza mayor pues Helena no responde a mis llamados y mucho menos a los golpes que deposite en la puerta de su habitación, entró a su habitación y ahí está ella recostada sobre la cama en solo ropa interior durmiendo plácidamente como si nada le preocupara en esta vida, me acerco hasta el borde de su cama y me siento a un lado la verdad me encanta esta mujer nunca me cansaría de contemplar su belleza, «que te pasa Maximiliano ahora eres acosador, sal de aquí y no te aproveches de ella », me regaño mentalmente pues no entiendo por qué hago esto, nunca había hecho esto el observar a una mujer que prácticamente está desnuda sin su consentimiento, pero es algo que no puedo controlar, todo es un impulso que va más allá de mi ser, me levanto y voy hasta la cómoda que está un lado de la cama sacó una manta y la tapó, creo que ni ella sabía que tenía frío pues se arruncho en ella que sentí celos el no ser yo quien la arruncha, si no una pequeña manta, camino hasta el enorme ventanal que hay en esta habitación y la cierro creo que estaba tan cansada que ni siquiera se fijó que quedó abierta ojalá y esto no le repercuta, pues en la forma que se encontraba vestida pudo haber agarrado un buen resfriado, salgo de la habitación no sin antes dar un pequeño beso en su frente que como siempre deja salir un pequeño suspiro además de pequeña sonrisa que se le refleja le apagó la luz y cierro la puerta, no sé si podré contenerme el no correr hasta ella y decirle que la amo que aquella pequeña transfusión de sangre me unió más a ella, más de lo que imaginé, pero tampoco quiero que ella se sienta incómoda por mi forma de actuar con ella así que tendré que contenerme y ser para ella además de su médico, ser la persona en que ella pueda confiar, bajó hasta la biblioteca tengo algunos pendientes pues esto de ser el director del hospital tiene sus ventajas así como sus desventajas, por ahora será mejor trabajar así distraigo un poco mi mente y dejo de pensar en el cuerpo tan hermoso de Helena, Helena, suspiro está mujer es un verdadero motivo para perder la mente.
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POV Helena
Despierto y miro a mi alrededor pero todo se encuentra totalmente oscuro, me asusté pues vienen a mi mente recuerdos de solo oscuridad y siento que el miedo se apodera de mí, me levanto de la cama rápido y prendo la luz siento como mi cuerpo y mi alma descansa al ver que ya no me encuentro en la oscuridad, miro el reloj que se encuentra en la pared y veo que ya es demasiado tarde, por dios me quedé dormida y la cena con Maximiliano la arruine... Ahh suspiro derrotada, bueno será salir a la cocina haber que encuentro de cenar porque me imagino que Maximiliano tuvo que cenar sin mi, salgo de mi habitación y dirijo mi mirada a la habitación de Maximiliano y veo que las luces se encuentran apagadas, sigo mi camino en busca de la cocina ya que no logro acordarme muy bien donde queda camino hasta que veo una luz que sobresale detrás de una puerta me acerco para ver si es la cocina, entró suave para no hacer mayor ruido pero me llevo una sorpresa al ver a Maximiliano dormido sobre su escritorio, se ve tan bello que se me hace agua la boca ver su espesa barba, hace que quiera correr a abrazarlo, salgo sin hacer el menor ruido y corro a mi habitación, tomo la manta con la que me desperté y salgo de nuevo para la biblioteca, entró sin que él pueda notar y lo tapó con la pequeña manta que encontré en mi dormitorio me quedo mirándolo unos instantes y llegan a mi un impulso que no puedo controlar me acerco a él y depositó un suave beso sobre su cabeza, que ha dejado escapar un leve suspiro salgo sin hacer mayor ruido al salir sigo en busca de la cocina pues mi estómago tiene una guerra mundial, después de abrir otras dos puertas me doy por vencida y me devuelvo a mi habitación con mi estómago hecho una furia, me tiró a la cama derrotada por no haber encontrado alimentos pero feliz por el pequeño beso que le robe a Maximiliano, así hubiera sido en su cabeza para mí fue la gloria poder sentir aunque sea un pedacito de su piel, retire la bata que traía puesta pues está noche en especial hace un calor infernal pero por más que me encuentre cómoda me es imposible conciliar el sueño pues en mi cabeza está la mirada de Maximiliano puesta sobre mi cuando me vio en ropa interior, «ahhh suspiro» desde que lo conocí no hago otra cosa que suspirar por él, su voz ronca siempre hace que moje mi ropa interior su mirada me hace sentir completamente desnuda, su aroma hace que mi respiración se acorte cada vez que lo tengo cerca, sigo dando vueltas y vueltas en la cama pero nada que puedo conciliar el sueño así que me pongo de nuevo la bata y salgo por la enorme ventana que da al lago camino por el césped húmedo me hace sentir tan viva y a la misma vez muerta en vida al no saber quién soy y a dónde pertenezco me llena de miedo recuperar la memoria y enterarme que no soy la persona que hasta que desperté del coma he sido mis temores se hacen cada vez más y más presentes pues no me gustaría que Maximiliano se desilucionara de mi, él piensa que soy una buena persona y no me gustaría que pensara lo contrario
—¿Qué haces a mitad de la noche descalza y con una bata caminando por la orilla del lago? —giro para ver de dónde proviene la voz más hermosa y ahí está el médico favorito con la pequeña manta que hace unas horas puse sobre su espalda.
—Hola — digo en voz baja
—No me has respondido, ¿y dime qué haces caminando a la mitad de la noche por la orilla del lado? —, pregunta curioso
—Solo no podía conciliar el sueño y decidí salir por la ventana a caminar. —Veo que abre sus ojos como platos al escuchar que he salido por la ventana
—Ya veo, y se puede saber por qué no puedes dormir. —Se acerca a mí quitándose la manta para después ponerla sobre mis hombros, en eso mi estómago se rebela y deja salir un fuerte sonido que si no supiera que es mi estómago hasta salgo corriendo por el ruido tan grande que dejó salir
—Perdóname Helena debí sospecharlo no has comido nada desde la mañana que estúpido soy, debí despertarte, pero en cambio te deje dormir, —me acerco a él y lo tomo del brazo
—No tienes porque disculparte, no es culpa tuya es más hasta ahora tengo hambre. —«Helena por qué no le dices la verdad que estuviste buscando la cocina pero no la encontraste y que tú insomnio se debe a qué no haces nada más sino pensar en él que hasta has mojado tu ropa interior pensando como sería sus besos».
—Ven vamos por unos chocolates calientes con algunas tajadas de pan, ¿te parece? —Asiento y me pego a su brazo y caminó a su lado, caminamos hasta llegar a la dichosa cocina es justo la puerta que no abrí por qué me di por vencida, Maximiliano me hace señas para que me siente sobre una banca grande que hay sobre mesón, me siento mientras que veo como Maximiliano busca a lo al parecer es una vasija para preparar el chocolate busca en la nevera saca una botella de leche y lo pone junto con las pastillas de chocolate en la vasija que segundos antes había buscado lo miro atenta pues no pensé que todo un médico tuviera tantas habilidades en la cocina
—Se lo que estás pensando Helena. —Pego un brinco al escuchar su voz ronca
—Y dime según tú qué estoy pensando... —Respondo coqueta
—Piensas que hace un dueño de hospital aquí cocinando pues la respuesta es simple, me gusta hacerlo es por eso que solo pago por qué laven mi ropa de resto todo lo hago yo. —Abro mis ojos como platos pues me imaginé de todo menos que Maximiliano le guste la cocina y arreglar la casa, en este mundo que predomina el machismo lo más viable es que digan que es oficio de mujeres pero me alegra saber que Maximiliano es uno entre mil que no piensa lo mismo, espero un rato mientras Maximiliano termina de preparar el chocolate, que la verdad no fue mucho tiempo pues ya viene con dos tazas enormes con chocolate caliente y al lado tajadas de pan, Él se sienta en frente de mi y empezamos a tomar nuestro chocolate sin decir ni una palabra solo nuestras miradas cruzándose al terminar el delicioso chocolate que hizo Maximiliano me levanto de la silla y agradezco por la cena saliendo casi que corriendo de la cocina creo que Maximiliano quedó completamente preocupado por mi comportamiento.