Enith sintió ese cosquilleo en el estómago, aquella señal que te indica parte de un proceso químico del enamoramiento, sin embargo; para ella era el efecto que su esposo causaba en ella, amaba saber que era correspondida y lucharía al lado de él por estar juntos nuevamente, una corazonada le decía en el fondo que todo estaría bien, o eso al menos ella quería creer. “Estamos juntos en esto, y si tengo que pelear a tu lado con toda mi fuerza así lo haré, tu lucha es mi lucha, tus problemas son nuestros problemas, recuérdalo bien. Te amo, señor Caley.” Respondió Enith con la nostalgia en su corazón. Llegaron a las afueras del departamento de Omar, donde su amigo la esperaba impaciente en la entrada. Enith bajó del auto despidiéndose de Diana y Leonardo, quienes esperaron a que la chica es

